miércoles, 18 de julio de 2012

VOCES

                                                               DEL VIGÍA

Se oirán tras haber él sabido de las indescifrables palabras con las cuales conversan los Isbergs; da así el Vigía sus voces.Son las voces lanzadas desde el Castillo de Popa de su buque encallado. El vigía, que debe mirar hacias la mar, se ha vuelto a unos trigales ante la ausencia de agua en torno al Monte . Más que voces son ecos, cuya resonancia se da en los acantilados de su propio callar, cuando camina al alejarse del Monte, que se ha hecho invisible.

 Entonces es la niebla en figura de nube o de nieve vuelta ola, una ola de más de un mar de metros, que los alcanzó  cuando éste se creyó ante las landas de otra región del mundo. Eran las suyas propias en la desolación de una rosa amarilla abierta hacia la transparencia de lo ausente.Sólo una acción, no una idea; sólo un ir y no una imagen; sólo un hacer.... Aquí el afuera es la manera de un adentro ajeno, casi inhóspito, pero desde cuyo oleaje también llaman las Sirenas.

Así se da el Ser, en el No-hacer que se hace y deshace, que se mira y olvida, que lanza voces que no son oídas, sino, acaso, cambiadas de significaciones por el eco. Éste no se devuelve de lo colmado sino de lo vacío, de una Nada que es, al fin y, casi dichosamente, todo, el Todo de la Mística en la navegación y el otear.Tal vez este vigía de hoy fue y sigue siendo uno de los primeros moradores, con San Benito, de la Abadía de Montecasino...

martes, 10 de julio de 2012

DEL LEMA DE THEL

                         DE WILLIAM BLAKE: PARÁFRASIS

¿Qué son tres cosas: comprender, dar - o darse-  y amar? La comprensión es una aceptación, el dar es un olvido de sí mismo, y este amor no es como el amar a otro ser humano, sino un estar -siendo su Gracia-  despojado en la Creación toda  . ¿Y qué se "es", si no se lo es para la generosidad de recibir? Como ella dijo: Soy una raíz entre las aguas; mi pequeñez habita
en los más hondos valles, y es tan débil como la mariposa que roza mis cabellos...Desde el cielo me visita y camina conmigo por el valle El que sonríe a todas las cosas. Responde Thel: Virgen peqeueña del valle pacifico, que te has dado a quienes no pueden mendigar, a los sin voz y a los fatigados...¿Quién sabrá de mi sitio cuando abandone estre trono de perlas? Reina de la llanura, le dice el Lirio: pregunta a la nube
y te dirá por qué arde y cómo en la mañana deja en el aire su ignorada belleza. Desciende, nube y muéstrate ante  el misterio Thel. La nube desciende, y el Lirio vuelve la cabeza para ir a su eterno y lento oficio entre la hierba.


sábado, 7 de julio de 2012

FRAGMENTO DE UN AZUL APACIBLE

Y así llegaría a nuestra América...Cerca ya de las lindes del llamado, o de la enajenación, que era elevación hacia al más pálido azul por la blancura del callar dentro del Verbo que recococió al fín, y de los rostros lejanos de sí mismos por la proximidad de lo extraño y propio como herida, expresó el poeta alemán romántico Friedreich Höelderlin: "Azul y  apacible florece, con su techo de metal, la torre de la iglesia. En torno suyo la algarabía de golondrinas, que un más conmovedor azul la ciñe. El sol, hasta lo alto, se alza sobre ella y colorea las láminas, pero arriba, el viento canta el corocó en el silencio de la veleta. Cuando alguien al descender, escalón por escalón, pasa bajo la campana es vida en quietud, pues cuando una forma se destaca tan nítida, la plasticidad humana se hace visible. Los arcos, por los que tañen las campanas, son como pórticos de la belleza, pues esos pórticos todavía tienen la imagen de la naturaleza, o guardan semejanzas con los árboles y el bosque. La pureza es , así mismo, hermosa; de la riqueza de lo ínterior surge lo trascendente, pero estas imágenes son tan sencillas, son tan sagradas, que muchas veces uno teme no poder describirlas...¿Podrá, acaso, un hombre, cuando su vida sea sólo fatiga mirar hacia lo alto y decirse:  yo quiero ser así? Mientras la bondad permanezca intacta entre su corazón, podrá el ser humano cotejarse con la Divinidad... La medida, creo, es del hombre: pleno de méritos, pero es actitud poética como auténticamente habita en esta tierra. Y aún diría que ni la oscuridad de la noche, con todas sus estrellas, es más pura que ese, el hombre, a quien se ha llamado una imagen de Dios..." Y es en la fatiga cuando se siente el vuelo de las nubes que desde su propia materia van deshaciéndose para que se abra el firmamento, más cercano y doloroso que el cielo, pues es también portador de la conciencia. El alma, entonces, se recluye para hacerse universal. Continuar, seguir por los senderos. Era en él un hallarse en sí como un ir hacia sí, en adopción de la soledad en la figura del aislamiento del eco que devuelven los montes del toque de las campanas al convocar al Ser y al mirar, al saberse en el ya haber dejado de saber y que de él se sepa o que se extienda una mano como si fuera el "Logos" original en las notas de los ruiseñores sobre el papel pautado del vacío como unadefinitiva figura del Todo...

                                                        
                                                                       

lunes, 2 de julio de 2012

LO ILÓGICO ES ETERNO

Al cabo una pregunta: ¿Dónde está el espacio? La naturaleza no es el mundo ultraterreno, el cual, por ejemplo, da abrigo a los ángeles y a nuestra esencia en contraposición de las cosas.En dos versos de P. Klee:

Un día yaceré en ningún lugar,
junto a un ángel.

Y anota R. Guardini: "Desde el punto de vista lógico,  son estos dos versos un completo disparate. Pero mientras más se repiten, tanto más profundos se hacen, y ganan casi una significación mágica..." Dos términos, añadimos: "yacer" y "lugar", enmarcados por "un día" o el más allá...Lo que ocupa un lugar, no está sucediendo "en " ese lugar... Y añade Guardini: "Quien sea capaz de acompañar al poeta con el sentimiento, podrá realizar el tránsito del espacio mundano hacia el espacio numinoso".

Si un lenguaje es veraz, lo es gracias a que el silencio se ha convertido en un lugar. Viene la obligada alusión a lo trascendente: un  "punto inmóvil", gracias al cual -apunta R. G.- todo se hace el Todo. "De manera que aquí se transporta lo inmediato a lo irrepresentable, expresando así la experiencia religiosa", o trascendente, etrna o  Absoluta que involucra a lo insignificante y a lo no valioso sino por sí mismo en su pequeñez.